Desde que se empezó a vislumbrar la forma de los continentes con la creación de los primeros mapas geográficos, llamó la atención como todas las selvas tropicales se encontraban alrededor del ecuador y en latitudes superiores e inferiores, era típico que se desarrollasen desiertos, destacando el Sahara, el mayor desierto de nuestro planeta. ¿Cuál era la razón de semejante patrón? Pues esto mismo se preguntó un tal George Hadley, que se propuso explicarlo.
Este británico del siglo XVIII observó como ciertas corrientes de aire siempre se repetían, como por ejemplo los vientos que soplan desde Europa hacia el Suroeste que llevaron ayudaron a Colón a llegar a América por primera vez. Llegó a la conclusión de que esto se debía a que existían una serie de patrones de circulación que se repetían y formaban un especie de células, donde las zonas con mayor irradiación y calor (el ecuador) calentaban el aire, que subía a altitudes donde se volvía a enfriar, soltando todo el agua que había acumulado y generando las famosas tormentas que son típicas de esas latitudes. Esto, combinado con la rotación de la tierra, hace que el aire caliente se desplace hacia el Ecuador, generando esos vientos repetitivos. Por otro lado, el aire aún caliente, pero sin tanta humedad, volvía a bajar cuando se chocaba con la troposfera, generando los famosos desiertos como el Sáhara a miles de km del Ecuador.
Si esto es complicado de entender, no te preocupes, que tenemos un vídeo que lo explica de forma muy ilustrada en un par de minutos:
Por último, cabe preguntarse qué influencia tiene el cambio climático sobre este fenómeno meteorológico. Si estás un poco atent@ a las noticias que se vienen publicando sobre el aumento de sequías, un ejemplo claros de esto es lo que está aconteciendo en Cataluña, donde ni cortos ni perezosos han declarado la emergencia por sequía a 1 de febrero, o la situación que está viviendo el Amazonas en estos momentos, que amenaza con convertir algunas de sus zonas en una sabana. Pues bien, si las células de Hadley han sido históricamente una garantía de estabilidad a nivel climático, se están viendo alteradas con el aumento generalizado de temperatura, que está haciendo que los modelos se dejen de cumplir. Hay mucha incertidumbre con respecto a lo que puede ocurrir y los expertos no se ponen de acuerdo. Parece que una de las posibilidades más aceptadas es que estas células se estén expandiendo, generando lluvias más torrenciales más localizadas y un crecimiento de los desiertos.
En cualquier caso, lo que parece evidente es que la actividad humana está provocando cambios muy importantes a nivel climático y que lo mejor que podemos hacer es seguir aunando esfuerzos en frenar la quema de combustibles fósiles y las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, al igual que seguir impulsando políticas de adaptación que puedan dar respuesta a los fenómenos y la incertidumbre derivada de estos cambios.