Como cada año, el 21 de diciembre marca el solsticio de invierno, el día más oscuro del año (en el hemisferio norte, claro). Y como todos los años, son fechas prenavideñas raras, en las que todos nos sentimos un poco flojitos y nos cuesta llegar a esos últimos días del año. Históricamente, en Europa estas fechas se llevan celebrando desde hace muchos siglos. De hecho, antes de que los romanos adoptasen el cristianismo, del 17-23 de diciembre se celebraba el festival de Saturnalia, que honraba al dios Saturno y se caracterizaba el intercambio de regalos entre familiares y amigos, la celebración de banquetes y la realización de bromas y juegos, ¿te suena? Todo esto se refleja aún hoy en estas fechas, ya que el cristianismo acogió e integró estas costumbres en cuanto fue adoptado como religión única del imperio.

Y es que seguramente ya desde épocas inmemorables, los humanos experimentábamos lo que hoy los científicos llaman el TAE (que no el tea 🫖🧐): El trastorno afectivo estacional. Este trastorno del estado de ánimo (que puede ser puntual o alargarse en el tiempo) se caracteriza por la aparición de síntomas de depresión puntuales durante el otoño e invierno y la remisión de estos síntomas durante la primavera y el verano. Vaya, que si te has sentido raro estos días… ¡no es cosa solamente tuya!

Se conoce que este fenómeno es especialmente acusado sobre todo alrededor de las fechas del solsticio. Es además más prevalente en las latitudes más septentrionales, donde los cambios en la exposición a la luz solar son mayores. Esta falta de luz afecta a la producción de ciertas hormonas, como la serotonina y la melatonina, que juegan un papel fundamental en la regulación del sueño y el estado de ánimo, entre otras.

Y de esto te venimos a hablar hoy. De la salud mental. Y de cómo de importante es visualizar este tipo de fenómenos, quitarle su dichoso estigma, aprender a evitar algunos de los hábitos que la pueden empeorar y conocer las herramientas para cuidar nuestra mente. Nadie se libra de poder padecer algún problema de salud mental a lo largo de su vida (1 de cada 4 sufre o sufrirá algún tipo de trastorno en su vida) y la mayoría conocemos de primera o segunda mano las crisis de ansiedad, la depresión, los trastornos de alimentación, etc. De hecho, todos estos problemas se han recrudecido por la pandemia.

Mano meditando

Pero hablemos de datos:

Los problemas más comunes son la ansiedad y la depresión, que están además directamente relacionadas entre sí: Hoy, un 6,7% de los españoles (unos 3 millones de personas) tienen un trastorno de ansiedad diagnosticado, que se suma al 4,1% que tienen depresión (casi 2 millones).


Una de las consecuencias más terribles del malestar que generan este tipo de trastornos es el suicidio, que es a la vez uno de los mayores problemas de nuestra sociedad, siendo la causa de muerte de casi 4.000 personas en España cada año. Para ponerte en contexto, las muertes anuales por accidentes de tráfico se cifran en alrededor de las 1.500, por homicidios en aprox. 300 y por violencia de género, cerca de las 50. Sin embargo, existe un estigma y una culpabilidad asociada muy grande, además del miedo de generar un efecto llamada que pueda generar más casos. No obstante, muchos expertos afirman que esta concepción es errónea y que a las personas que sufren este tipo de procesos, les puede incluso ayudar a sentirse menos solos. Y es que, de cada persona que se suicida, 10 lo intentan. Y es nuestra responsabilidad como sociedad visualizar esta problemática y resolverla.


Es importante dar relevancia no solo los datos finales, sino también las causas que pueden generar que las personas suframos estos problemas. Y como el tema da para 5 entregas del magazine, no nos vamos a enrollar más de la cuenta. Por ello, además de destacar la importancia del cuidado de nuestros seres queridos, de nuestras redes de apoyo, y de invitarte a apreciar hechos tan cotidianos como compartir las festividades con tus seres queridos (ojo, que no hablamos del consumismo desenfrenado y esas cositas, ya nos conoces); queremos compartir contigo un poco de material, que esperemos pueda ayudarte a comprender y conocer más esta problemática, además de regalarte interesantes herramientas de gestión.

Stutz – Un documental disponible en Netflix sobre el psicólogo del conocido actor y director Jonah Hill, que te dejará completamente anonadado y te presentará todo tipo de herramientas que puedes empezar a utilizar hoy mismo.

Meditación

– La meditación como herramienta del cambio: Apps como Headspace, Calm o Balance son muy buenas plataformas para aprender a manejar el estrés y generar buenos hábitos.

– Una mente prodigiosa/maravillosa – La historia de superación de John Forbes Nash, ganador del premio Nobel de Economía, que padeció esquizofrenia, lo cual no le impidió vivir una vida extraordinaria. Hay libro y película

– Hacer lo que importa en tiempos de estrés: Esta guía ilustrada creada por la OMS y sus expertos de primera categoría está al alcance de todos. Su objetivo es dotar a las personas de habilidades prácticas que les ayuden a afrontar el estrés y hacer frente a la adversidad. Bastan unos minutos al día para practicar sus técnicas. Basada en pruebas y en un amplio trabajo de campo, la guía está dirigida a todas las personas que sufren estrés, vivan donde vivan y sea cual sea su situación.  

The Social Dilemma – Un documental también disponible en Netflix que te habla de cómo las RRSS influyen sobre nuestro comportamiento y los efectos que tienen sobre la salud mental.

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